sábado, 21 de mayo de 2016

EL NEOLÍTICO

Hace aproximadamente unos 10.000 años se produjo un cambio climático, que dio lugar a una serie de transformaciones muy importantes que se conocen con el nombre de Revolución Neolítica.
El clima se volvió más cálido y se produjeron cambios en la flora y en la fauna. Muchos animales emigraron buscando mejores condiciones climáticas y esto obligó a los seres humanos a buscar nuevas alternativas para sobrevivir:
En algunos lugares del mundo, la observación atenta de la naturaleza permitió a los seres humanos introducir cambios decisivos en la forma de conseguir los alimentos:
  •     Observando el crecimiento de las plantas, aprendieron a plantar semillas, regarlas, abonarlas y controlar su crecimiento y producción. Éste fue el origen de la agricultura. Las primeras plantas que se cultivaron fueron los cereales: trigo, cebada, mijo, arroz, maíz,….
  •     Observando las costumbres de los animales, consiguieron capturar algunos vivos y aprendieron a criarlos en cautividad y a domesticarlos. Éste fue el origen de la ganadería. El primer animal domesticado fue el perro. Después siguieron otros animales para aprovechar sus productos o su trabajo, como las ovejas, cabras, cerdos, bueyes, asnos, caballos,…
                                                                            

lunes, 2 de mayo de 2016

EL PALEOLÍTICO

Nuestros antepasados del Paleolítico eran depredadores, es decir, consumían recursos naturales son preocuparse de reponerlos. Para alimentarse, cazaban, pescaban y recolectaban fr4utos y plantas. Por eso se les denomina cazadores- recolectores.

Como no producían alimentos, se veían obligados a desplazarse a otros lugares cuando la comida se agotaba. Por eso eran nómadas. Vivían en cuevas o, cuando el clima era más cálido, en asentamientos al aire libre.

Los humanos vivían en pequeños grupos, de unos 20 a 50 miembros, unidos por lazos familiares. En las tribus los miembros más importantes eran las personas que más aportaban a la supervivencia del grupo: los cazadores más hábiles, los hechiceros o curanderos y los ancianos, que aportaban su experiencia para solucionar los problemas. Hombres y mujeres colaboraban por igual en la supervivencia del grupo y se repartían las tareas: las mujeres se encargaban de cuidar de los niños, recolectar frutos y capturar animales de pequeño tamaño, mantener el fuego encendido, curtir pieles,… Los hombres se encargaban de cazar, fabricar herramientas y de la defensa de la tribu.  Todos contribuían a enseñar a los más pequeños y cuidaban de los demás.